domingo, 15 de abril de 2012

HISTORIA: MEMORIAS DE UNA CHICA DE LA CUEVA (X Lydia Rosselló Esteva)

CAPITULO 36: SEXYFICACIÓN
Era Ángel, y se estaban dando la mano los dos se miraron y se sorieron, entonces Patricia se inclino aun mas en la mesa y le dio un beso.
(Continuara)
Me gire antes de que me vieran y volví al piso de Paula.
Miki- ¿y mi tabaco?
Mirella- no quedaba.
Miki- ¿de ninguna marca?
Mirella- no, y creo que deberíamos irnos.
Paula- pensaba que íbamos a ver Sexo En Nueva York.
Mirella- Paula. ¿De verdad piensas que ver SENY va hacer que le resulte mas atractiva a Ángel? No ¿verdad? Pues creo que ya se ha hecho tarde. Deberíamos irnos.
Paula- vale…
Mirella- te espero en el coche Miki.

Ángel con Patricia ¿Por qué no sorprendía? Patricia era tan guapa y espectacular, con ese pelo perfecto y esos ojos tan bonitos.
Miki- ¿me vas a contar que te ha pasado?
Miki acaba de aparcar delante del piso de Ángel.
Mirella- nada.
Miki- Oye… No hagas caso a Paula lleva mucho tiempo saliendo con Dani y eso desequilibra a cualquiera, seguramente a Ángel ya le resultas suficientemente sexy,
¿Le tenía que contar lo de Patricia?
Mirella- ¿crees que soy sexy?
Miki- claro que si.
Mirella- ¿Mas que Patricia?
Miki- ¿Por qué Patricia?
Mirella- la he visto besándose con Ángel.
Miki soltó una carcajada de las suyas.
Mirella- a mi no me hace gracia.
Miki- ¿de verdad piensas que Ángel y Patricia están juntos?
Mirella- te juro que estaban muy juntos.
Miki- en caso de una realidad paralela en que Patricia se sintiera atraída por Ángel me lo habría contado, pero no es el caso.
Mirella- a lo mejor simplemente no te lo ha contado por que sabe que me lo contarías a mí.
Miki se quedó callado durante unos minutos. Empezaba a echar de menos mi vida de adolecente, por muy mala que fuera era mucho mejor que esta.
Miki- No estarás buscando una excusa para irte con Kevin ¿verdad?
Mirella- no… no ¿Kevin? ¿Por qué Kevin? Solo por que sea un guapo millonario, sensible y atractivo, no me iría con el… estando con Ángel.
Miki- ¿y si no estuvieras con Ángel?
Mirella- a Kevin no le gusto.
Esta frase la dije menos convencida que cualquier otra cosa que había dicho esa tarde. Sabía en el fondo que a Kevin le gustaba. Aun que solo fuera un poco, pero le gustaba. Me lo había demostrando “huyendo” durante una semana por nuestro, casi, beso.
Miki- mejor, creo que Kevin y tu habeis demostrado que hay personas que están mucho mejor siendo amigas que saliendo juntas.
Mirella- ya, eso dicen.
Puede que Kevin y yo no funcionaramos como pareja, pero yo no me acordaba, así que… puede que si volviamos a empezar desde el principio si que funcionaría.

Llgue a casa y Ángel aun no había vuelto. Le dije a la chica que cuidaba al niño que ya se podía ir a casa. El niño estaba completamente dormido, era tan mono, y al la vez tan raro que fuera de Ángel y mío. Aun que estaba claro que tenía los ojos de Ángel, de ese castaño tan bonito… Cerré la puerta de la habitación para que no le pudiera despertar. Podía ponerme una peli y fingir por un momento que mi vida no se estaba yendo un poco a la mierda. Tenía un vago recuerdo de algo que sentía por Ángel, pero cada vez que Kevin me miraba con sus ojos verdes, hacian que me olvidara de ese recuerdo. Me puse a ver albunes de fotos, según los libros que había tenido tiempo de leer sobre la perdida de memoria, cualquier cosa del pasado podía estimular los recuerdos. En una mano tenía un albun con fotos de cuando empecé a trabajar en SLQH, en las primeras salía con mis antiguos compañeros de trabajo y con Kevin. Siempre había pensado que cuando cortabas con tu novio quemabas las fotos e intentabas borrar todo recuerdo de el. Pero yo tenía cantidad de fotos de Kevin. Supongo que no las podía tirar por una sencilla razón, haber salido con Kevin, era como haber salido con una estrella del rock. En las fotos siempre enseñaba una sonrisa deslumbrate, estaba guapisimo, incluso los de su lado parecían personas elegantes y sexys. En las fotos, que salía con el, llevaba ropa cara, de marca. La clasica ropa que toda chica desearía llevar. Chaquetas de Chenel, faldas tubos super elegantes, y infinidad de bolsos. Había recuperado ese vestuario. Cuando volví del hospital, guardé todos mis vaqueros viejos, mis deportivas de los chinos y saqué mi vestuario bueno. Pero en el fondo echaba de menos toda esa ropa. Era un poco lo que representaba, yo. ¿Acaso me estaba perdiendo? Comparé una foto en la que salía con Ángel y una en la que salía con Kevin. En la de Kevin salíamos brindando con una copa de champán, Kevin con un impecable traje y yo vestida de “ejecutiva sexy” con unos tacones de vertigo. En cambio en la de Ángel salía con unos vaqueros usados, una camiseta de manga corta negra con estrellas blancas, una diadema de zebra, con unas Convers usadas. En la foto salía con el brazo alrededor del cuello de Ángel, sonriendo. Ángel también estaba realmente guapo. Deje las fotos de al lado y fui corriendo a la habitación. Paula tenía razón, no me estaba esforzando para gustarle a Ángel. Sabía que a el le gustaba con mis vaqueros usados y mis camisetas con estrellas, y una parte de mi, sabía que había estado usando mi “ropa Kevin”, para que el se rindiera y me dejará. Por que así era yo, no me gustaba complicarme, no me gustaba el termino “familia”, pero Ángel se había esforzado, me había aguantado, y me había querido aun que estuviera desquiciada, bueno, se supone que aun me quería.
Saqué todas mis cajas de debajo de la cama, con mi ropa perfectamente doblada. Vacíe mi armario, ¿Cómo era posible que la ropa cara oliera a perfume caro? Me quite mi vestido rosa palo, y volví a crear el conjunto que llevaba en esa fotografía, pero, claro, me tuve que poner una camisa, quería volver a ser yo misma sin coger una pulmonía. Guardé toda la ropa que había llevado con Kevin, y volvía recolocar todas mis prendas. La verdad, era un alivio no usar tacones. Me fije en una camiseta blanca de tirantes, con letras chulas ponía The Runaways. Las letras chulas estaba claro que eran de Laura. Oí como la puerta se habría, tenía que arreglar las cosas con Laura. Cogí la camiseta, y salí de la habitación, Ángel se estaba quitando la chaqueta.
Mirella- Voy a salir un momento
Dije al tiempo que cogía mi bandolera, llena de parches y chapas, y me la pasaba. Ángel se giro y me miro de arribabajo.
Ángel- ¿vas a salir así?
Realmente estaba impresionado.
Mirella- si.
Ángel- bien.
Mirella- ¿estas cansado?
Esa pregunta iba en doble sentido, en otro mundo paralelo yo le estaba preguntando “¿Te estas acostando con Patricia?” y el me estaba diciendo que sí, al tiempo que ¿me rompia el corazón?
Ángel- si, ha sido un día largo. ¿Ángel esta dormido?
Mirella- desde que he llegado.
Hubo un momento de silencio.
Mirella- bueno, yo me voy.
Ángel- vale.
Se aparto de la puerta. Antes de que pudiera salir nos volvimos a mirar.
Ángel- estas realmente preciosa.
Mirella- gracias.

Laura no estaba en su casa, estaba en una fiesta para recaudar dinero para el instituto. Estaba claro que se le había ido de las manos lo de ser la niña perfecta de mama. Ella odiaba ese instituto no habría hecho nada para beneficiarlo.

Como no, cuando llegue ahí estaba Rebeca.
Rebeca- vaya… que sorpresa ¿te ha invitado Laura?
Antes de que pudiera contestarle con una ironica frase, siguió hablando y dirigiendome con la mano puesta en mi espalda- como si fueramos amigas de toda la vida- hasta llegar al salón de actos. Estaba a reventar de padres, pero no los clásicos padres que te encontrarías en un mercadillo, los padres estirados de los cuales huyes.
Mirella- y bien… ¿Laura esta?
Le pregunté a Rebeca para que se callara de una vez.
Rebeca- esta detrás del escenario, va a cantar una canción después de el coro del colegio, una balada preciosa.
¿Coro y balada? Estaba claro que a Laura le habían dado un buen golpe a la cabeza.
Mirella- me gustaría verla.
Rebeca- es que ahora debe estar muy ocupada.
Mirella- por favor mama- casi me vino una arcada al pronunciar esa palabra- es para darle buena suerte.
Rebeca- bueno, vale.

Detrás del escenario había un monton de niñas, maquillandose y abrochándose sus caras camisas hasta arriba. Si los padres eran pijos e insoportables, las niñas aun lo eran mas. Cuando entré me miraron como si fuera una puta en una en una fiesta exclusiva de Valentino. Laura estaba en un tocador, mirandose en un espejo, pintandose los labios con un gloss rosa, iba vestida como las demás camisas blancas y una falda por las rodillas.
Laura- ¿Qué haces invadiendo mi espacio?
Mirella- tengo que hablar contigo.
Laura- tengo que calentar la voz.
Mirella- ya, tu voz puede esperar.
La cogí del brazo, protestando y la lleve entre dos percheros llenos de ropa.
Laura- ¡suéltame! Vas a arrugar mi camisa.- me miro de arriba abajo- ¿Qué haces vestida así? A mami le debe haber dado algo al verte.
Ahora que lo recordaba si que parecía molesta.
Mirella- Laura, lo que te dijimos el otro día no iba enserio. Si a Miki le gustaste siendo tu no tiene sentido que le hayas dejado de gustar por ser tu. No se si me entiendes.
Laura- pero todo el mundo esta contento de que haya dejado de ser yo.
Mirella- ¿y tu?
Laura- que más da, mis padres, mis profesores, mis compañeras de clase hace días que no se ríen de mí, incluso me han invitado a sus fiestas. Así que no me vas a convencer, y si a Miki le gusta la antigua Laura, se va a ir con ella a la basura, por que voy a tener la vida perfecta que siempre he querido y no voy a cambiar.
Mirella- Laura tu vida ya era perfecta. Tus amigos, Miki, lo de ser diseñadora. Laura- no me había cuenta hasta ahora, la antigua Laura me estaba bloqueando. Ahora soy mas yo, y todo el mundo me adora.
Mirella- así que ahora eres mas tu…
Laura- aha.
Mirella- pues supongo que te dara igual si tiro- saqué la camiseta de mi bolso- esto a la basura.
Laura- esa camiseta te la hice yo.
Mirella- si, me la hiciste tu, espera, no fuiste tu, fue la antigua Laura. Esa que en la vida habría cantando una balada para un coro. Así que supongo que puedo tirar esta camiseta a la basura, adiós, te veré cuando cantes.
Me gire lo mas digna que pude. Soltar una parrafada así en las pelis parece mucho mas fácil, pero ahora mismo mi cerebro anesico echaba humo. Me acerque a la basura mas cercana, algo lenta, para que Laura le diera tiempo de reaccionar, puse la camisa encima del cubo y como había pensado antes de que me diera tiempo a tirarla, Laura me sujetaba el brazo.
Laura- ¿de verdad a Miki le siguo gustando? ¿No se ha cansado de mí?
Mirella- por que no se lo preguntas tu misma. Te espera en el aparcamiento del instituto.
Laura me dio un abrazo y salio corriendo, yo salí tras ella, intentando que no me viera Rebeca, aun que algunos padres no echaron unas miradas. Al llegar al aparcamiento- por suerte Miki había recibido el mensage- el estaba esperando en su coche, y Laura se lanzo encima de el sin importarle quien pudiera verle. Yo me quedé mas atrás, por suerte el parking estaba vacío salvo unos estudiantes que estaban fumando a escondidas. Laura y Miki se pusieron hablar, la verdad es que hacían un pareja increible, se besaron fugazmente y se sonrieron. Me acerqué a ellos.
Mirella- Bueno, ¿y ahora que? Aun que me duela decirtelo tienes que entrar ahí y cantar, si no tu madre se cabreara.
Laura- bueno…- estiro la mano hasta quitarme la camiseta arrugada que tenía en la mano- siempre puedo cantar algo “diferente”
Mirella- vale, como hermana tuya que soy te tengo que decir que no lo hagas.
Miki- ¿hacer que?
Laura- una pequeña cosa que va hacer que ha mama se le salgan los ojos y me castigue sin salir durante una eternidad.
Miki- pues no lo hagas.
Laura- ¿y que quieres que haga? ¿Que cante una estúpida balada que habla del amor y de Jesús?- me miro- ayudame, necesito cambiarme.

Mirella- ¿seguro que quieres que te lo corte?
Laura- Cherry llevaba el pelo corto, aparte por una vez que estoy rubia debo aprovechar.
Miki- tu madre te matara.
Laura- puede, aun que todo es mejor que salir vestida de rosa.

Laura había llamado a su grupo, el cual estaba montando todo el equipo de música lo más rápido que podía.
Laura- ¡mierda! No me lo puedo enganchar.
Mirella- deja que te ayudo.
Le enganche la media al liguero.
Miki- tu madre te matará.
Laura- The Runaways fue un grupo muy importante, y aparte, -se giro hacía el y le miro de una manera sugerente.- sabes que se me da de maravilla enredarme el micro en la pierna.
Mirella- genial, ahora mi hermana pequeña tiene mas vida sexual que yo.
Laura cogió la barra de labios rojo y se los pinto una y otra vez.
Laura- normal, a mi también me daría respeto ver a Ángel desnudo.
Miki- menos mal, has vuelto al 100%.
Laura- ¿y tu que?
Mirella- ¿yo que de que?
Laura- bueno… hace un par de días vestias… diferente.
Mirella- y tu hace un par de horas pensabas cantar una canción sobre Jesús y ahora piensas cantar una cancion sobre ser una zorra.
Laura- Miki, puedes ir a buscar un lugar para que Mire y tu os sentéis por detrás.
Aún se oía al presentador hablar, y los demás detrás de la cortina estaba terminando de enchufar los micros.
Laura- ¿quieres contarme algo?
Mirella- no.
Laura- ¿Kevin y tu os habéis liado?
Mirella- ¿Por qué todo el mundo me pregunto lo mismo? Estoy intentado ser buena para Ángel. Lo estoy intentando, de verdad. Pero a lo mejor, ya no le gusto…
Se giro hacía el espejo para acabarse de peinar. Le había dejado el pelo irregularmente cortado.
Mirella- no sabes la suerte que tienes.
Laura- ¿Por qué?
Mirella- por que eres guapisima. A tu edad, habría dado lo que fuera para ser como tu.
Laura- ¿de verdad piensas que soy guapa?
Mirella- si.
Laura- esta semana no me he sentido muy bien, Miki ha salido con chicas impresionantes y me daba miedo no estar a la altura.
Mirella- ya, hace unos días que yo siento lo mismo con Ángel.
Laura- yo creo que te sigue queriendo, bueno, después de todo lo que ha pasado a estado contigo en todo momento.
Mirella- supongo.
Un amigo de Laura le empezó hacer señas desde el escenario.
Laura- deseame suerte antes de ir a la horca.
Mirella- suerte.
Pase por el pasillo. Ahora para que Rebeca me viera. Los asientos de delante habían sido ocupados por el coro, y Rebeca estaba sentada por unas de la siguientes filas. Miki había encontrado dos sitios de lo mas discretos.
Miki- sigo pensando que esto es una mala idea.
Realmente no pense que fuera un mala idea cuando las pesadas cortinas dejaron ver a Laura. Con una camiseta de tirantes una medias de regillas enganchadas a unas bragas que dejaba ver, con unas botas militares. Eso, rodeado de chicos que parecían salidos de un correccional.
Laura- bueno, mmm, yo soy Laura, la hija de la que ha organizado todo esto, REBECA
Mirella- que cabrona.
Laura- sabeís una madre buenorra que se viste un poco como una ejecutiva sexy, pues le tenéis que agradecer esta actuación a ella, a REBECA, sin ella yo no estaría vestida así ni, maquillada así no tocaría un tema tan increible como este. Esto es Cherry Boomb de The Runaways.
http://www.youtube.com/watch?v=SGCv9Keu_wE
Vale, enseguida que termino la actuación me pareció mala idea que Laura hubiera cantado semi desnuda delante de padres que creen que sus hijos son puros y castos. La bronca que se llevo Laura fue épica, una pequeña parte me salpico a mí, pero por suerte no me podía castigar, asi que… A Rebeca se le salían los ojos y se le hinchaba la vena de una manera sobrenatural…
Rebeca- Mirella me estás escuchando.
Mirella- claro, me estabas diciendo que… bueno, ya sabes… que…
Rebeca- que espero que estés de acuerdo en que Laura esta castigada, menos mal que esto un colegio solo de chicas inocentes.
Laura soltó una mini risita.
Laura- lo siento mama, pero como es un colegio de chicas… te lo tengo que contar el último verano tuve ejem ¿Cómo se llama? ¿rollo de verano? Sabes, lo llamaremos así… rollo de verano, con 3 de esas que has llamado “chicas inocentes”. Hasta que se enteraron, claro.
Rebeca- vámonos a casa ya.
Laura se balanceo hacía mi y me dio un abrazo. Mientras que Rebeca seguía caminando hacía la puerta.
Mirella- Laura una duda, tu empezaste a salir con Miki…
Laura- el verano pasado.
Rebeca- Laura. Laura- ya voy. Nos vemos dentro de… ¿Cuánto tiempo me ha dicho que me castigaba?
Mirella- el resto de tu vida.
Laura- uff… ¿Nos vemos mañana?
Mirella- claro.

Tuve que volver a casa en taxi por que Miki se había. Tenía envidia, Miki y Laura contra todo pronostico estaban durando lo suyo juntos y yo ni siquiera podía mantener una conversación “normal” con Ángel y encima estaba lo de Patricia. ¿Cómo podía competir con ella? Y aparte ¿quería competir con ella? La verdad, tenía muy pocas ganas de ir casa, pero no tenía otro sitio donde ir. Antes de que abriera la puerta de la entrada alguien me toco el brazo, me giré asustada y por mi sorpresa vi a Kevin. Llevaba su pelo negro perfectamente cortado… solo hacía un par de semanas que no lo veía pero lo recordaba con el pelo algo mas largo. Vestía un abrigo negro y largo. Aun que solo había la luz de una farola podía ver claramente las ojeras debajo de sus ojos verdes. Sonrío como si me hubiera ayer mismo.
Kevin- menos mal que o eres la “otra” Mirella, ella me habría atizado.
Le sonreí.
Mirella- me has dado un susto de muerte.
Kevin- lo siento, es que acabo de volver de Shangai y no sabía donde ir. ¿Y tu que haces? Me refiero a que… es tarde y estás sola… sin…
Miro alrededor algo tenso. Estaba claro que Kevin no era de unos de esos chicos que se ponía nervioso por nada ¿Por qué debía hacerlo? Si quería algo lo tenía, cero estrés, cero preocupaciones.
Mirella- Ángel. Ángel esta arriba.
Yo seguía aguantando la puerta con una pierna. No me había dado cuenta de que hacía bastante frío y yo llevaba una chaqueta algo delgada.
Kevin- pues si aun no te está esperando… ¿Por qué no vienes ha cenar conmigo?
Mire hacía el interior de la escalera, en la entrada, aun que no podía ver nada me hubiera gustado que la luz se hubiera encendido y hubiera aparecido Ángel. Quería arreglar las cosas con el, pero Kevin parecía realmente interesado en quedar conmigo y quería que me contará por que había desaparecido…
Mirella- vale.
Cerré la puerta de nuevo y en un momento que Kevin me daba la espalda le envié un mensage diciendole que estaba con Laura.
Kevin me llevo a un restaurante muy elegante, como siempre. Una parte de mi estaba enfadada, se que era mi parte adolecente, pero como ahora esa parte era la que mandaba… no podía evitarlo.
Mirella- así que… ¿Shangai?
Kevin levantó la mirada de su plato, aun que no había tocado nada.
Kevin- si…
Mirella- ¿Por qué allí?
Kevin- y por que no.
Sonrío.
Mirella- Kevin- deje mi tenedor de lado- ¿Por qué querías cenar conmigo?
Kevin- por que te echaba de menos.
Mirella- no me habría echado de menos si no te hubieras ido.
Eso lo dije tan bajito que dude por un instante si el me habría oído. Bajé la vista al plato. Esto era estúpido debería estar en casa, con Ángel.
Kevin- tenía que pensar. Me encanta Madrid pero a veces me ahogo y necesito irme por un tiempo, siento no haberte llamado.
Mirella- ¿Por qué a Shangai?
Le volví a preguntar, después bebí un trago de vino. Intente no poner cara de asco. ¿Cómo algo que sabía tan mal podía ser tan caro?
Kevin- sabes, a veces eres algo…
Mirella- ¿insistente?
Kevin- iba a decir pesada, pero insistente parece mucho mejor… por los…- hizo un tos falsas- los locales de opio.
Parpadeé un par de ves extrañada. Había leído cosas de los sitios donde la gente iba y fumaba opio pero ¿eso no era se hacía hace siglos?
Mirella- ¿de verdad crees que me voy a tragar esto del opio?
Se encogió de hombros.
Kevin- piensa lo que quieras… bueno aparte del opio también están las geishas.
Mirella- ¿has viajado a través del tiempo?
Kevin soltó una carcajada. Seguro que se lo estaba inventando todo.
Kevin- ¿Qué te pasa?
Mirella- ¿a que te refieres?
Kevin- a que estás rara.
Mirella- he vuelto a cambiar de ropa, a Ángel le gusta mas.
Kevin- ¿y a ti?
Mirella- usar deportivas es mucho mejor utilizar tacones.
La camarera nos trajo el postre. Pastel de choocolate, Kevin me cedió cortésmente su trozo.
Mirella- no debería comer así… Patricia esta tan delgada.
Kevin- ¿y que más da que Patricia esté delgada? Tu también lo estás por haber sido madre hace poco.
Kevin había parecido distraido durante toda la noche. Bebió de su copa. Era increible como todo lo que hacía parecía tan elegante y bonito.
Mirella- Vi a Ángel besandose con Patricia.
Casi escupio el vino de la risa que le entro, ¿Qué les pasaba a Miki y a Kevin? ¿Todo se lo tomaban a broma? Trago con dificultad.
Kevin- ¿Qué? ¿Te refieres a tu Ángel?
Asentí. Volvió a reír.
Mirella- no es cuestión de risa. Estoy preocupada. Se supone que Ángel y yo somos una familia, con bebe incluido y…
Kevin- Mirella, me he acostado con Patricia, y creeme cuando te digo que para nada Ángel es su tipo.
Mirella- ¿y crees eso solo por que le has visto desnuda?
Kevin no respondió. Pinché el último trozo de tarta y intente mojarlo con el resto del sirope que había quedado en el plato.
Mirella- a lo mejor ya no le gusto a Ángel.
Kevin- ¿Qué no le gustas? Debería estar mal por no gustarle.
Mirella- Patricia es mas guapa.
Kevin- ya pero tu… eres tu…
Mirella- ¿y eso que significa?
Kevin- que Ángel no ve a Patricia de la misma manera que te vi a ti.
Mirella- ¿y tu como me ves?
Kevin- pues… “just the way you are”
Mirella- ¿ahora te me pondrás a cantar como en un músical?
Kevin- lo que quiero decir es que tu siempre serás mi Mirella, da igual que ahora seas una loca adolecente que lee la super pop con su hermana, sigues siendo tú y Ángel ve eso, tienes que ser sincera con el.
Mirella- el no toma la iniciativa.
Kevin- pues tómala tu, el pobre chico esta agobiado con muchas cosas y a lo mejor si tu tomarás un poco más la iniciativa el se abriría más a ti.
Kevin me aguantó la vista durante un momento y luego me sonrío. Algo me decía que ni siquiera había salido de Madrid, pero se había obligado a mentirlos a todos para que le dejarán en paz. Aun que tenía mas ganas de preguntarle cosas a Kevin me contuve. No, no quería agobiarle y que volviera a desaparecer.
Llegue a casa sobre las once. Ángel estaba en el sofá, viendo una peli. Cuando me vio apago la tele me sonrío. Me quite la bandolera y me puse a su lado.
Mirella- Ángel, se qué esta semana he estado mas rara de lo normal pero es por que estaba nerviosa por una cosa…
Ángel- ¿Qué cosa?
Me acerqué a el y le bese. No fue un beso cariñoso fue mas apasionado. Ángel me puso las manos en la espalda y me siguió el beso. Era tan calido. Me subí encima del sofá y me acerqué mas a el, hasta ponerme casi encima, Ángel me seguía besando. Era una de las cosas mas agradables y cercanas que había experimentado desde el coma. Le empecé a desabrochar la camisa torpemente ya que las manos me temblaban y el me cogió de las manos.
Ángel- Mirella ahora no.
No sabía si lo había entendido bien, dado que me lo dijo entre beso y beso. Así que seguí desabrochando ¿Cuántos botones tenía esa maldita camisa?
Ángel- Mirella no.
Ahora si que lo entendí bien, pero hice como si no le escuchara y pase mis manos por su pelo. Su olor su tacto, todo eso hacía que me sintiera mas yo que nunca. Quería a Ángel era algo que no podía negar. Me cogió de las muñecas y me tiro un poco para atrás.
Ángel- lo siento pero no puedo.
Mirella- ¿Qué? ¿Pero que dices? Venga, no pasa nada, tenemos un hijo, a lo mejor deberíamos darle un hermanito.
Me incliné otra vez a besarle el cuello.
Ángel- Mirella, enserio, no, creo que si me sigues besando así no podré negar mucha mas…
Mirella- de eso se trata.
Ángel- vale, se acabo.
Me cogió y me tiro hacía un lado.
Mirella- ¿pero que te pasa? ¿Es que no te quieres acostar conmigo?
Ángel- claro que quiero, créeme quiero hacerlo y mucho pero no así.
Mirella- ¿asi como?
Ángel- hace dos semanas ni siquiera me dejabas dormir contigo, ni siquiera podía abrazarte ¿y ahora quieres acostarte conmigo?
Mirella- ¿sabes lo que creo? Que esto una excusa por que te estás acostando con Patricia.
Ángel se quedo perplejo y después se empezó a reír.
Mirella- pues yo no me río.
Ángel- ¿Por qué piensas que me estoy acostando con Patricia?
Mirella- ¿aparte de por que es preciosa, encantadora y os vi muy cerca en un bar? Pues por que yo no me estoy portando bien contigo, y te quiero y no se que hacer, y…
Ángel- ¿Qué has dicho?
Mirella- que no me estoy portando bien contigo.
Ángel- no, lo otro, que me quieres.
Me quedé callada ¿yo había dicho eso? No, no había sido yo, había sido mi otra Mirella, la que no tiene dudas con Kevin la que ama por encima de todo a Ángel. Podía decir que lo retiraba y romperle el corazón a Ángel o seguir con el juego y ver lo que pasaba.
Mirella- seguramente no es la primera vez que te lo digo, no suelo ser muy abierta pero tampoco no creo nunca te haya dicho te quiero.
Ángel- no desde que estás amnesica.
Mirella- por que lo estaba ignorando, pero es algo que desde que me traíste a casa lo tenía, pero eso que más da, no me has respondido, por que si te gusta Patricia no tienes por que tenerme en tu casa…
Ángel- Mirella, Patricia es una amiga, y no, no me estoy acostando con ella. Creo que tu eres mucho mas atractiva y bonita… y sexy…
Sonrio. Le brillaban los ojos con ese marrón chocolate Nestlé tan encantador. Se acerca y me besa.
Mirella- Ángel si quieres podemos ir a la cama y…
Ángel- te quiero mucho, pero creo que deberíamos esperar a que tu estés mejor
Mirella- ¿y si no me pongo mejor? ¿Y si no me acuerdo de nada?
Ángel- lo harás.
Mirella- ¿y como lo sabes?
Me coge de las manos. Las tiene ta calentitas, al contrario que yo que siempre las tengo frías.
Ángel- lo supe cuando vi que le cantabas esa canción a Ángel… puede que tu no lo veas, pero si que te acuerdas…
Mirella- ¿Por qué le cante la canción? Es como si hubiera tenido un momento de lucidez y hubiera actuado como una autentica madre… como una buena madre.
Ángel- eres una buena madre.
Mirella- espero ser mejor que la mía.
Ángel sonríe y me da un beso en la mejilla.
Mirella- me estoy esforzando para ser buena para ti, y si tu quieres…
Ángel- no lo digas, no quiero que esto sea algo a lo que te sientas obligada…
Mirella- quiero hacerte feliz.
Ángel- me harás feliz el día que no sientas que lo hagas por obligación, te quiero.
Mirella- y yo a ti.
Le abrazo y entierro mi cabeza y en su cuello. Noto como Ángel suspira y se relaja.
(Continuara)